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Rumiación: ¿Qué es y cómo salir del bucle mental?

Hemos normalizado la costumbre de pasar nuestras horas de vigilia en una continua rumiación de pensamientos negativos que no cesan, ni nos dan tregua, incluso hasta el punto de quitarnos el sueño.

La rumiación es un patrón mental que muchas personas experimentan en algún momento de sus vidas. Se trata de un proceso en el que la mente se enfoca en pensamientos recursivos y persistentes de los que no puede salir, y que suelen ser negativos o problemáticos. 

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Este fenómeno psicológico se caracteriza por un efecto paradójico, donde el pensamiento, que por definición es dinámico y cambiante, se queda enganchado en un bucle estático, del que resulta casi imposible salir, ya que, cualquier cosa negativa a la que dirigimos la atención actúa de rampa que nos lleva de nuevo al mismo pensamiento circular, retroalimentando el estrés y la ansiedad que genera.

¿En qué situaciones ocurren los pensamientos rumiatorios?

Las situaciones en las que la rumiación suele ser más común son aquellas en las que se ha experimentado algún tipo de trauma, como puede ser una situación de abuso o violencia. También suele ser muy común en personas con trastornos de ansiedad o depresión.

Algunos ejemplos de pensamientos rumiatorios pueden ser: “No sé qué hacer”, “No debería haber hecho eso”, “Esto nunca se va a solucionar”, “Soy un fracaso”, “Nunca voy a conseguir lo que quiero”.

Como el cuerpo reacciona al ambiente

El ambiente favorece, sin duda, este estado de alerta constante, ya que estamos sometidos a cientos de estímulos, en su mayoría negativos, de la televisión, las RRSS, nuestros familiares y amigos, otras personas en nuestro entorno, incluso las conversaciones casuales de ascensor versan sobre tragedias y amenazas, sean estas reales o no.

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Y el problema es que, para nuestro cuerpo, da lo mismo que estos peligros y dramas sean nuestros o ajenos, sean reales o imaginarios, sean presentes o futuros. 

En todos estos casos, el cuerpo va a reaccionar bioquímicamente a la posible amenaza, con estrés, ansiedad, miedo, o malestar, reforzando una y otra vez las rutas neuronales del pensamiento circular negativo. 

¿Qué puedes hacer para frenar la rumiación?

Existen muchas propuestas que nos invitan a parar estos pensamientos, y su efecto en nuestro estado emocional y nuestra vida. Aquí te proponemos dinámicas que puedes aplicar hoy mismo, para ayudarte a salir del bucle mental.

En primer lugar, es importante identificar los pensamientos rumiativos y reconocer que no son útiles, ni verdaderos. Es necesario tratar de darse cuenta cuando los pensamientos empiezan a girar en círculos, y detenerlos.

Técnicas para reprogramar la situación

Una técnica que puede ser muy útil es la de la atención plena. Se trata de prestar atención al momento presente, centrándose en la respiración o en los sentidos. Esto permite desconectar de los pensamientos rumiativos y volver al momento que se está viviendo.

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Otra técnica puede ser la de la activación conductual. Consiste en buscar actividades que resulten gratificantes o que ayuden a cambiar el estado de ánimo. Puede ser salir a dar un paseo, hacer algo de deporte, leer un libro o ver una película, por poner algunos ejemplos.

Conclusiones

La rumiación es un patrón de pensamiento muy dañino para la salud mental. Aprender a frenar la rumiación puede ayudar a sentirse más tranquilo, en control y feliz.

El Método SOMA puede ayudarte a salir de ese patrón mental. Aplicando la técnica, junto con tu esfuerzo y tu intención, rápidamente puedes dejar atrás el bucle, para volver a estar en el momento presente.

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