Desde temprana edad, se nos inculca la importancia de trabajar arduamente y de ganarnos el sustento “con el sudor de nuestra frente”. Estas lecciones no solo nos llegan del sistema educativo, también de nuestras familias y de la sociedad en general. A menudo escuchamos frases como “el trabajo duro es la clave del éxito” o “nada en la vida viene fácil”.
Sin embargo, es crucial cuestionar la validez de estas creencias tan arraigadas, y considerar si el exceso de lucha y esfuerzo realmente nos está llevando hacia nuestros objetivos de manera eficiente y efectiva.
La Programación de la Lucha y el Esfuerzo
Tenemos muy asumido el concepto de “ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Nos lo han explicado muy bien desde el colegio; desde pequeñitos nos impulsan mucho a esforzarnos. Sin duda, el esfuerzo, la constancia y la perseverancia son importantes para avanzar en la vida.
Sin embargo, el Programa de Lucha, cuando ha creado un automatismo, puede llegar a ser muy contradictorio para el cerebro.
Este programa nos lleva a que, ante cualquier disyuntiva, elijamos siempre la opción más larga, la más difícil. Sin pensar, sin evaluar los costes / beneficios, y sin darnos cuenta, siempre nos decantaremos inconscientemente por la opción compleja y tediosa.
El programa de esfuerzo también opera de manera similar. En lugar de utilizar la regla de Pareto (80/20), que nos dice que con el 20% de nuestros esfuerzos podemos conseguir el 80% de nuestros resultados, algunas personas destinan el 80% de sus esfuerzos para obtener solo un 20% de los resultados y están orgullosos de ello porque lo han hecho con mucho esfuerzo.
Esto te puede interesar > ¿Por qué tu propio subconsciente te impide obtener resultados?
En otras palabras, estos programas nos empujan a malinterpretar el valor del trabajo duro, colocandolo por delante de la eficacia, es decir, que se prioriza seguir con la forma más tediosa y compleja de realizar el trabajo, frente a la búsqueda de soluciones más rápidas, que nos lleven antes al resultado deseado.
El Sistema Educativo y la Perpetuación del Error
Es sorprendente que el Sistema Educativo aún no haya corregido este error fundamental, heredado de cuando se formaba a individuos para el trabajo en el sector primario o secundario, es decir, en el campo o en la industria.
Se sigue enseñando a las nuevas generaciones que lo lento y lo costoso es lo correcto, mientras que lo rápido, lo eficiente y lo que genera resultados con pocos recursos no es correcto. Esto crea un desajuste significativo entre las expectativas inculcadas y la realidad actual del mundo laboral y empresarial.
Cuando los estudiantes salen del sistema educativo con la creencia de que el esfuerzo por sí solo es la clave del éxito, se encuentran en desventaja en un mundo que valora más los resultados que el esfuerzo en sí mismo.
Si una persona se queda hasta las 10 de la noche sin lograr una tarea, una empresa se preocupa porque alguien más podría haber realizado la misma tarea en menos tiempo. En el mundo real, no se premia el esfuerzo desmedido, sino la eficacia y la efectividad.
El programa de lucha y esfuerzo muchas veces nos lleva a ralentizarnos artificialmente.
En lugar de buscar la manera más inteligente de abordar los desafíos, elegimos el camino más difícil y agotador. Algunas personas incluso se enorgullecen de la cantidad de esfuerzo que ponen en sus tareas, como si el simple hecho de trabajar más horas o con más dificultades fuera una virtud.
Esto te puede interesar > Uso de la energía: Cómo potenciar el crecimiento personal y colectivo
Sin embargo, es importante comprender que la virtud no reside en el esfuerzo desmesurado, sino en la sabiduría para elegir el camino más eficaz. Si estamos constantemente yendo al límite, agotándonos sin lograr resultados significativos, es una señal de que algo está mal en nuestra forma de abordar los desafíos.
El Biohack y la Importancia del Equilibrio
En la búsqueda del equilibrio óptimo, hemos descubierto conceptos como el “biohack”, que nos muestran que hacer demasiado ejercicio a veces es contraproducente, al igual que seguir dietas extremadamente estrictas. La idea de que “más es mejor” no siempre es cierta. En realidad, lo máximo no siempre es lo mejor; lo óptimo es lo que debemos buscar.
Hoy en día se cuestiona el ejercicio intenso diario, por su exceso de oxidación del organismo. Cada persona tiene un nivel óptimo de ejercicio físico, y un tipo de ejercicio adecuado a su momento, su edad y sus circunstancias. No todo sirve para todos.
De la misma forma, incluso una alimentación supuestamente muy saludable, puede no ser la más adecuada en momentos carenciales, en los que tal vez necesitamos otros nutrientes.
O simplemente, tomar en exceso un alimento saludable, como la soja, puede alterar nuestras hormonas de manera drástica.
Conclusión
Desde el Método SOMA, creemos que el programa de lucha y esfuerzo malentendidos nos ha llevado a creer que el trabajo duro es la única clave del éxito. Sin embargo, la realidad es más compleja. La regla de Pareto nos muestra que podemos lograr resultados significativos con un esfuerzo más equilibrado y eficiente.
Es hora de reconsiderar nuestras creencias arraigadas y encontrar un equilibrio que nos permita alcanzar nuestros objetivos de manera más rápida y efectiva. El mundo real no premia el esfuerzo desmedido, sino el resultado correcto. Así que, en lugar de luchar sin sentido, busquemos el camino que nos lleve más rápido y eficazmente hacia nuestro destino.
Si te ha resultado interesante este tema puedes echarle un vistazo a como Sara Romero, creadora del Método SOMA, habla sobre estos programas:
