1. Puedes usarlas a tu favor
Las emociones, cuando son adecuadas en intensidad y forma a la situación ante la que se presentan, son palancas accionadoras del cambio deseado.
Por ejemplo, si se está produciendo una injusticia en una negociación, la ira controlada puede enviar el mensaje a la otra parte, de que no vas a tolerar esa situación.
En una situación de conflicto, la empatía puede hacer que se acerquen las posiciones de ambas partes, para llegar a acuerdos positivos para todos.
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Es fundamental que seas capaz de modular la intensidad de la emoción, ya que es esta la que determina que una emoción sea destructiva y produzca efectos irreparables.
2. Evitar enfermedades
Las emociones atrapadas, siempre se sitúan en una parte del cuerpo específica, que con el tiempo puede resultar dañada y generar una enfermedad. Liberar estas emociones obsoletas permite evitar o retroceder los daños en la zona afectada.
Este es el caso, por ejemplo, del miedo financiero, que genera un dolor en la lumbar baja, que puede derivar en daños físicos reales a largo plazo. Una sencilla reprogramación mental puede eliminar este miedo, hacer desaparecer el dolor, evitar los daños en el futuro y, además, permitir a la persona tomar decisiones financieras más conscientes y no condicionadas por el miedo.
3. Mejorar las relaciones
La correcta gestión de las emociones propias y ajenas nos ayuda a evitar los conflictos o enfrentamientos innecesarios, nos facilita la conexión profunda con los otros y genera empatía con los demás, para crear relaciones que sumen, en lugar de generar antagonismos y resistencias.
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Del mismo modo, en las relaciones más cercanas, de pareja, amigos, familia, las relaciones crean muros o crean puentes. Si nos relacionamos de manera abierta y auténtica, compartiendo nuestra manera de sentir sin juicios, permitimos que el encuentro se produzca y enriquezca a todas las personas.
4. Punto de partida del Autoconocimiento
Las emociones definen la foto presente de tu mapa interior. No definen quién eres, sino cómo te encuentras en este preciso momento. Creer que nos define una emoción es como pausar un video en un fotograma y creer que esa imagen grotesca eres tú.
Las emociones son dinámicas, nos permiten fluir en la vida, y no nos definen como personas, ya que, siempre y cuando no estén atrapadas en una programación, van a ir fluctuando en función de las circunstancias y los procesos que atravesemos.
En ese sentido, las PAS (personas altamente sensibles) tienen grandes ventajas en el camino del autoconocimiento, ya que manejan mucha información emocional y aprenden muy rápidamente de los errores propios y ajenos.
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La única dificultad que deben evitar es identificarse tanto con las emociones ajenas que las tomen como propias.
5. Transformación
No eres tu eneatipo, pero puedes utilizar esa descripción como punto de partida para cambiar lo que no quieres. No se trata de que aprendas a vivir con las emociones limitantes de tu programación base. No te resignes ni te conformes.
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Todo aquello que no te gusta de ti, no eres tu. Es una programación de tu subconsciente, asociada a una emoción atrapada que se puede liberar, para permitirte ser la persona única que realmente eres.
