Después de 14 años, más de 32.000 pacientes tratados y 20 ediciones de la formación, este año , Sara Romerodeja de ofrecer Consultas y pasa a concentrar su tiempo y energía en la divulgación y expansión internacional del Método SOMA.

Recursos

Abnegación: La importancia del equilibrio entre ceder y ser egoísta.

La búsqueda de la felicidad y la realización personal es un anhelo fundamental en la vida de cada ser humano. Sin embargo, a menudo nos encontramos en un dilema: ¿debemos ser completamente abnegados, entregándonos en cuerpo y alma a los demás, o ceder al egoísmo, centrándonos en nuestras propias necesidades y deseos? La respuesta a esta pregunta no es tan simple como parece. 

Esto te puede interesar > Crear nuevos hábitos: El proceso para afianzar el cambio

En realidad, la clave para una vida plena reside en encontrar un equilibrio entre la abnegación y el egoísmo. Este equilibrio es esencial para nuestro bienestar emocional y para mantener relaciones saludables con los demás. 

El poder de la abnegación

La abnegación, o capacidad de sacrificarse por los demás, es una virtud que ha sido premiada a lo largo de la historia en todas las culturas. Muchas religiones y filosofías nos enseñan que ceder nuestros deseos por los de los demás es una fuente de gratificación espiritual y emocional. 

Esta abnegación nos puede permitir conectarnos con los demás a un nivel profundo y satisfactorio y construir relaciones fuertes y significativas que enriquezcan nuestras vidas, pero es importante encontrar un equilibrio entre la abnegación y el egoísmo para no caer en profundas resignaciones que frustren estás relaciones.

Imaginemos a una madre que se sacrifica por sus hijos. Posiblemente, ella trabaje largas horas para proporcionarles una buena educación y un hogar seguro, y a menudo renunciará a sus propias necesidades y deseos para asegurarse de que sus hijos tengan todo lo que necesitan. A primera vista, esto podría parecer un acto de altruismo perjudicial. Sin embargo, es precisamente esta abnegación la que construye el cimiento de una familia fuerte y amorosa. Los niños crecen sintiendo el amor y el apoyo de su madre, lo que a su vez les permite convertirse en adultos seguros y capaces.

Esto te puede interesar > Reeduca tu cerebro, dándote un pequeño premio por cada logro, cada paso, cada miedo superado

La abnegación también puede desencadenar una sensación de satisfacción personal. Ayudar a los demás, ya sea a través de acciones caritativas o simplemente prestando un hombro amigo, nos hace sentir útiles y valiosos en la sociedad. Estos sentimientos de satisfacción son una fuente importante de felicidad y bienestar.

Sin embargo, es importante encontrar un equilibrio para que está abnegación, que puede causar consecuencias tan buenas, no tenga repercusiones negativas en nuestra vida y en nuestras relaciones.

Los peligros del exceso de abnegación

Como se ha comentado previamente, el exceso de abnegación puede llevar a una serie de problemas emocionales y relacionales. Cuando nos sacrificamos constantemente por los demás sin atender nuestras propias necesidades, corremos el riesgo de agotarnos física y emocionalmente y crear un resentimiento, estrés y depresión en la base de la relación.

Retomemos el ejemplo de la madre abnegada. Si bien esta actitud es fundamental para el desarrollo de sus hijos en la infancia, es posible que no se pueda reequilibrar el dar y recibir en el seno de la familia, conforme los niños crecen, y esta madre termine sintiéndose vacía y resentida con los años. O peor incluso, tal vez termine sintiendo que sus hijos le deben algo por los años de sacrificio y abnegación, lo cual solo conduce a la amargura, y a una insana deuda en la relación materno-filial.

Además, este exceso puede conducir a relaciones desequilibradas en todos los ámbitos. Si siempre ponemos las necesidades de los demás por encima de las nuestras, es probable que atraigamos a personas que se aprovechen de nuestra generosidad. 

Esto te puede interesar > Adicción al Drama: Cuando la Intensidad se Convierte en un Problema

Lo cual puede acabar en relaciones tóxicas y poco saludables en las que nos sentimos explotados y sin apoyo.

La importancia del egoísmo saludable

Por otro lado, el egoísmo, que implica cuidar de uno mismo y satisfacer nuestras propias necesidades y deseos, también es esencial para una vida plena. El egoísmo nos permite establecer límites y cuidar de nuestra salud física y mental, al poner nuestras propias necesidades en primer lugar, asegurándonos que estamos en la mejor posición para ayudar a los demás.

Imaginemos a una persona que se dedica a sí misma, asegurándose de estar física y emocionalmente saludable. Esto no solo la beneficia a sí misma, sino que también la capacita para ayudar a los demás de manera más efectiva. Una persona equilibrada emocionalmente, será capaz de ofrecer apoyo genuino y estar presente para los demás sin que ello le destruya.

El egoísmo saludable también nos permite perseguir nuestros propios sueños y metas. Cuando nos centramos en nuestras pasiones y deseos, encontramos un propósito y satisfacción en la vida. 

Esto te puede interesar > Lucha y Esfuerzo Mal Entendidos: Más Allá del Sudor de la Frente

Lo que nos permitirá ser más felices y, paradójicamente, más capaces de contribuir positivamente al mundo que nos rodea.

El equilibrio entre la abnegación y el egoísmo

Si nuestro objetivo es conseguir una vida plena, el secreto residirá en encontrar un equilibrio entre la abnegación y el egoísmo. Este variará según las circunstancias y las etapas de la vida, pero es esencial para nuestro bienestar tanto físico como mental.

En una relación, por ejemplo, es importante ser capaz de dar y recibir si lo que buscamos es una relación duradera y satisfactoria. La abnegación nos permite apoyar y cuidar a nuestro ser querido, mientras que el egoísmo saludable nos asegura que nuestras propias necesidades también se satisfagan.

En el ámbito laboral, la abnegación puede llevarnos a dar lo mejor de nosotros en nuestro trabajo y contribuir al éxito de nuestra empresa. Sin embargo, el egoísmo saludable nos recuerda la importancia de establecer límites y evitar el agotamiento. Desde el Método SOMA hemos constatado en numerosas ocasiones, que un empleado que se cuida y se ocupa de sí mismo acabará siendo más productivo y valioso para su empresa.

En última instancia, encontrar el equilibrio entre la abnegación y el egoísmo es un acto de autoconciencia y autorregulación y que requiere la capacidad de reconocer nuestras propias necesidades y las de los demás, y tomar decisiones maduras sobre estas.

En el Método SOMA postulamos que la abnegación es uno de los programas asociados a nuestro ser que deberemos eliminar, si este predomina de forma no deseada en nuestro comportamiento, ya que nos puede llevar a una vida insatisfactoria y generarnos profundas resignaciones.

Esto te puede interesar > La importancia de la coherencia: Creando una realidad alineada con nuestros deseos

Si te ha interesado este artículo quizá pueda interesarte como nos lo explica la creadora del Método SOMA, Sara Romero.

Información relacionada