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“Como las emociones afectan tus ojos” Conversaciones entre Ainhoa de Federico y Sara Romero

Ainhoa de Federico lleva más de 20 años de trayectoria profesional ayudando a un gran número de personas a ver mejor con su Método “Volver a ver Claro”, por medios naturales, sin utilizar gafas, ni operaciones, donde nombra al Método SOMA, como técnica eficaz para eliminar las emociones que afectan a la visión.

Ha estudiado e integrado cuatro métodos de Visión Natural (Brofman, Bates, Gottieb y Purevision), además de realizar sus propias investigaciones. Ainhoa es socióloga, doctora por la Universidad de Toulouse y Navarra y recientemente ha sido condecorada con el título de Doctora Honoris causa. Además trabaja como investigadora en diferentes universidades como Oxford, la Universidad Autónoma de Barcelona y Universidad Libre de México, entre otras. Además es investigadora en la Universidad de Toulouse donde enseña Visión Natural. 

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Ambas compartimos la misma visión y misión, poder ayudar a millones de personas a mejorar su calidad de vida por medios naturales y revolucionarios.

Las emociones y la programación de la mente afectan en la visión

He constatado, en numerosas ocasiones, cómo las emociones y la programación de la mente afectan en la visión y otras enfermedades. Con el Método SOMA® se han tratado síntomas de pacientes que, además tenían problemas de vista, y sorprendentemente, estos han mejorado la visión, hasta incluso algún caso de no necesitar llevar más gafas. 

Comúnmente creemos que la visión empeora con la edad o con los años, y que las únicas opciones son operarse o ponerse gafas. Y eso no es cierto. Ainhoa acumula décadas de experiencia en pacientes de que la vista se puede mejorar con otras terapias. 

Como bien indica el Método SOMA®, funcionamos con programas, y cuando la persona tiene la creencia limitante “que la vista no mejora”, se crea una barrera importante impidiendo su mejoría. 

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Informe de la Organización Mundial de la Salud del estado de la vista en el mundo

A finales del 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el primer informe internacional del estado de la vista en el mundo. Y en noviembre del 2019, la OMS constató dos datos importantes: 

  • El 80% de los problemas de visión se pueden prevenir o curar. 
  • Se estimaba que para el 2030, un tercio de la población mundial sufriría problemas de visión a pesar de ser prevenibles y curables. Y que para el 2050, el porcentaje subiría a la mitad de la población. 

Desde que sufrimos el COVID y los confinamientos, la OMS ha corregido el dato para constatar que el proceso de problemas de visión se ha acelerado y que estiman que la mitad de la población sufriría problemas de visión ya en 2030. 

Ha habido una explosión enorme de problemas de visión en los últimos años, es como una pandemia silenciosa. Y no debería de ser así, porque se puede prevenir y se puede resolver. 

Problemas de visión en el mundo

En el 2020, aumentaron los problemas de visión a más de la mitad de la población en España y en adolescentes en un 74%. Por no hablar de Asia, que apunta a ser el continente donde existen más problemas de visión. Más del 80% de la población ya es miope, algunas ciudades ya llegan al 95%. Y, sin embargo, la mayoría de estos problemas son corregibles, prevenibles o curables.

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Otra de las creencias limitantes que las personas tienen es que a partir de los 40 años vas a llevar gafas si o si, porque empieza la presbicia. Hace 30 años, la presbicia empezaba a los 50, por lo que hemos perdido casi 10 años de calidad visual. 

Hay sociedades enteras que no sufren de presbicia, como los Hunza en el Himalaya, los Vilcabamba en Ecuador, en China no había presbicia hasta hace 20 años. Por tanto, no es algo genético o que esté determinado biológicamente, tiene que ver con nuestro estilo de vida. 


Método SOMA® y la visión natural

Desde el Método SOMA®, estamos fascinados con la visión natural, ya que los ojos son la entrada al cerebro, y por tanto, van a reflejar áreas de mejora en creencias, conflictos, emociones, aspectos neurológicos, cognitivos, de estrés, tóxicos y malos hábitos.

Todos nuestros alumnos, antes de realizar la formación Método SOMA® reciben una sesión de ajuste en el cerebro realizada por mí o el Equipo SOMA®, imprescindible para poder usar el Método. Y es increíble constatar como, en el momento que regulamos los dos hemisferios del cerebro, muchos de ellos ven hasta incluso mejor, con más nitidez, luminosidad y claridad. 

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Es curioso observar cómo un simple ajuste en el cerebro, imprescindible para poder aprender a hacer SOMA®, puede reparar o mejorar problemas de visión, de forma inmediata. 

“Volver a Ver Claro” en 6 niveles

La vista es una función tan fundamental para disfrutar de la vida, que nos cambia la vida, cuando vemos con claridad. Para el proceso de ver intervienen múltiples sistemas y funciones del cuerpo, por lo que Ainhoa de Federico organiza su método “Volver a Ver Claro” en 6 niveles:

Nivel 1 – Físico 

Hay distintos músculos en los ojos que permiten enfocar de cerca o de lejos, dependiendo de las distancias de los diferentes objetos. Para que el enfoque funcione bien, los músculos tienen que estar relajados, tonificados y estimulados. Por tanto, es necesario que haya una parte de gimnasia o ejercicio para los ojos. 

Con el Método SOMA® hemos identificado una correlación interesante entre los patógenos y la visión. En concreto, hay un parásito, al que denominamos parásito X,  porque no está todavía tipificado. Tenemos evidencia de que, en todos los casos en los que una persona tiene este parásito en ojos, se pueden revertir hasta 3 dioptrías en un solo día.  

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Esto abre una línea de investigación en colaboración con Ainhoa de Federico, quien nos informa de que una variación de la forma del globo ocular de 1 milímetro produce entre 3 o 4 dioptrías. Por lo que, eliminar el Parásito X ayudaría a corregir este problema. 

Nivel 2 – Nutricional

Para tener buena salud, hay que hacer deporte y comer bien. Si los ojos no tienen los nutrientes adecuados o si hay exceso de toxicidad, no pueden funcionar correctamente. Es importante no tener toxicidad en tus ojos, ya que podría llegar afectar a otras partes de tu cuerpo como el hígado y el páncreas.

Desde el Método SOMA®, somos conscientes del problema que supone para la visión la toxicidad procedente del stress, alimentos, medicamentos, medioambiente, cosméticos y otros, y por ello nos ocupamos  en profundidad de la eliminación de tóxicos.

Nivel 3 – Emocional 

Muchas personas no son conscientes del impacto de las emociones en el cuerpo, en la salud, en concreto en la vista y en los ojos. Cuando nos sentimos bien o mal, vemos mejor o peor. Esta teoría ya fue descubierta por el Dr. Bates hace más de 100 años.

De hecho hay tesis doctorales de finales de los años 50 de la Universidad de Columbia que fueron premiadas, donde se realizaron investigaciones para averiguar qué emoción se escondía detrás de cada síntoma de la vista.

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Ainhoa de Federico realizó investigaciones conjuntas desde el punto de vista sociológico, preguntando a la gente con una pregunta abierta: ¿cuándo empezaron estos problemas de vista que estaba pasando en tu vida?. El resultado reveló que el 88% de los casos reconocía que vivían momentos estresantes cuando empezaron los problemas, un 12% no recuerdan el momento estresante aunque reconocían los problemas de visión y un 6% no reconocía que hubiera un problema de estrés relacionado con los problemas de visión. 

Wilhelm Reich, reconocido psicoanalista, heterodoxo, discípulo de Sigmund Freud y que creó su propia línea de psicoterapia, también nos enseña que cuando tenemos emociones no digeridas o no trascendidas, se almacenan en el cuerpo con forma de tensión muscular.

Por tanto, la tensión de tus músculos puede ser de origen emocional y cuando la liberas, puedes volver a enfocar. Y es aquí, donde el Método SOMA puede hacer un gran trabajo en la mejora de la visión, liberando las emociones atrapadas y permitiendo la relajación y regeneración de los músculos y tejidos involucrados.

Nivel 4 – Mental 

Y no olvidemos, que las emociones están vinculadas a programas, a pensamientos, a creencias limitantes. Desde un punto de vista anatómico y fisiológico, los ojos, a parte de que tengan músculos para el enfoque, son como un cerebro que ha salido a ver el mundo. Con la génesis de los bebés, se ve claramente que los ojos se desarrollan a partir del cerebro. 

Además, también podríamos considerar a los ojos como cámaras que captan las señales luminosas, como la luz rebota en los objetos. Pero con lo que nosotros vemos en realidad, donde se desarrolla nuestra visión, es en el cerebro. En la parte de atrás del cerebro tenemos el biocortex, que es la parte visual, lo que nosotros vemos no es lo que vemos en el mundo, es la interpretación que hace nuestro cerebro a través de esas señales luminosas que se transforman en impulsos nerviosos en la retina. El nervio óptico está conectado con el 85% del cerebro. Y nuestros ojos captan aproximadamente el 2% de las señales luminosas.

Los ojos -nos recuerda Ainhoa – son el único órgano del cuerpo que está conectado con ambos hemisferios cerebrales, la visión central se conecta con el hemisferio opuesto como resto de órganos y partes del cuerpo, pero la visión periférica, se conecta con el mismo hemisferio. Y como los ojos son cerebro, cada uno de tus ojos te informa como de activo y cuanto caso le estás haciendo a la forma de inteligencia de ese hemisferio cerebral.

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Ainhoa destaca que es importante que cada cuál descubra lo que atrae a cada uno de sus ojos, porque a cada ojo le llama la atención cosas distintas. Y cada ojo tiene una visión distinta en cómo ver la vida. Si hay un momento que estás demasiado enfocada en el trabajo, puede que haya una parte emocional que estás dejando de lado, por ejemplo, la conexión con las personas, y el ojo te da señales para que te equilibres. 

O tu ojo derecho empieza a ver mal de lejos, puede que te esté indicando que no tienes claridad para ver tus planes de futuro. Si observas cómo ves tus ojos en cada momento, te da información muy valiosa en cómo puedes redirigirte y equilibrarte en tu vida. Y es un feedback que te lo da en el momento presente, siempre y cuando conozcas las claves, tus ojos se pueden convertir en una brújula maravillosa. 

La visión fluctúa dependiendo de nuestro estado, de la misma manera que el latido del corazón, la sudoración, o la digestión. Nuestro cuerpo no está en todo momento en el mismo punto, porque no en todo momento necesitamos lo mismo o nos sentimos igual. 

Por ello, hay ciertas creencias, como que siempre vamos a ver igual, o que la vista va a ir a peor, que deberíamos de ir cambiando. 

Nivel 5: Nivel energético

Los ojos necesitan luz para ver. Ainhoa nos recuerda que tenemos que optimizar nuestra relación con la luz solar y la luz artificial. Nos propone un camino para dejar de abusar de las gafas de sol, para aprovechar los beneficios de la luz natural, ya que la vitamina C se sintetiza fundamentalmente por los ojos. 

Igualmente, hay que aprender cuáles de las opciones de la luz artificial son adecuadas para nosotros.

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Necesitamos energía para ver. Y ahí, Ainhoa de Federico, de la mano de los estudios de Wilhelm Reig, nos habla de que es imprescindible optimizar la energía del cuerpo, para activar los procesos de mejora y recuperación.

Desde el Método SOMA, no nos cansaremos de recordar que reservar, preservar y enfocar tu propia energía es fundamental para recuperar nuestra salud y bienestar. Solamente cuando nuestra energía esté optimizada, estaremos en disposición de usarla para conseguir sueños, propósitos y objetivos. 

Nivel 6: Estilo de Vida

En el último nivel, Ainhoa nos comenta que una persona saludable es aquella que tiene unos hábitos y un estilo de vida sostenible y saludable, asumiendo la responsabilidad sobre sí misma. Esto se puede lograr a cualquier edad. Y sin dependencia de nadie. 

Ambas estamos de acuerdo que, cualquier persona que logre deshacerse de un problema de visión o cualquier otro problema crónico o incurable, la siguiente pregunta que se debe hacer es: cuando lo imposible se hace posible, ¿Que más es posible?

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En ese sentido, ambas, Ainhoa y yo compartimos un sueño común: que las personas sean las que dispongan de las herramientas necesarias para ayudarse a sí mismos y a los demás a su alrededor, a vivir mejor, y con más salud y bienestar.

Directo completo: Sara Romero y Ainhoa de Federico. Cómo las emociones afectan tus ojos

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